Esta especie molesta mucho a los hombres impacientes y, aunque existen muchas mujeres que no lo dan tan fácil, las calienta huevos tienen una característica añadida y que hacen como si sí fueran a entregarse fácilmente. La palabra fácil ha sido tildada negativamente a lo largo de la historia, pero hoy en día se entiende más como una mujer descomplicada, que no tiene prejuicios o complejos y que cree tener derecho a la misma libertad sexual que un hombre. Las calienta huevos, parecieran este tipo de mujer liberada, que baila apretado, que habla al oído, que no tiene remilgos a la hora de coquetear y que parece muy lanzada, pero que, cuando llega la hora de la verdad, se retracta, bien sea por estrategia, o bien sea por culpa.
Nadie comprende muy bien los móviles de estas hábiles mujeres, pero muchas veces es posible que ni se den cuenta. Para ellas, el común denominador es mostrarse muy libertinas para luego sacar a relucir remilgos o excusas y dejar a los hombres con el no mal llamado “dolor de novio”.
Varios médicos y sexólogos opinan que lo que realmente lo que les hierve a los hombres es la sangre en la cabeza por no haber conseguido lo que quieren, pero otros aseguran el dolor de novio es real en adolescentes que no tienen un a vida sexual activa y cuya congestión pélvica depende de las eyaculaciones nocturnas. Aunque se conoce así, existen variaciones de su nombre como “dolor por coito” u “orquialgia por baile”, y es un dolor que se da básicamente por la excitación sexual no resuelta.
Como quiera que sea, lo que para nosotras es un juego divertido, en el que además tenemos placer aunque no vaya a existir un coito o una penetración, para los hombres puede ser el peor insulto o desplante que jamás le haga una mujer. Y el orgullo es lo que más les duele.
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