Mark Robinson (25) y Robert Young (43) hallaron sin vida a Jeffrey Jarrett (43) en su casa, pero en lugar de avisar a las autoridades decidieron llevárselo en un vehículo.
Los hombres fueron primero a cenar en un restaurante y después a beber en un bar, dejando el cuerpo de Jarrett en el asiento trasero en las dos oportunidades. Luego fueron a la casa del difunto y colocaron su cuerpo en una cama.
Pero la cosa no acabó ahí. Los sujetos volvieron a salir con la tarjeta de Jarrett, compraron más comida, llenaron el tanque de gasolina, sacaron 400 dólares de un cajero automático y se quedaron en un bar de streap tease hasta su cierre.
Cuando volvieron a la casa en la madrugada avisaron a la Policía. Los hombres, quienes no están acusados por la muerte de Jarrett -cuya causa será determinada por la autopsia-, están ahora en libertad bajo fianza y a la espera de un juicio. Fueron arrestados el 28 de agosto e inculpados recién el 6 de setiembre.
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