Las agencias de defensa del consumidor han puesto hoy su mira en una de las redes sociales más punteras: Twitter. Ya existen empresas en EEUU que se dedican a vender publicidad en los Twitters de las «celebrities». Una de estas empresas especializadas se llama Adly, y en su página web alardea de tener acceso a una gran lista de nombres de famosos que define como «influencers» (gente con influencia mediática). Entre ellos están desde Paris Hilton, hasta Mariah Carey, pasando por Nicole Richie y Kim Kardashian. ¿Y cuánto cobran? Se rumorea quehasta 10.000 dólares.
Cómo será que el fenómeno tiene nombre propio. La palabra que usan para definir esta nueva forma de publicidad es «micro-endorsement» o lo que es lo mismo «micro-promoción».
La publicidad encubierta no es algo nuevo. Pero cada día, las agencias de defensa del consumidor piden más transparencia. Por ejemplo, en la prensa escrita, cuando una publicación saca una página en la cual se leen las palabras «publi-reportaje», se entiende que es un editorial pagado por la o las marcas que se mencionan en el texto.
El problema surge cuando no se indica si un producto está ahí como información independiente o si se le ha pagado a la persona que difunde la información. Esto preocupa a algunas agencias de defensa del consumidor, que apuntan a que esto sería publicidad engañosa y debería estar mejor regulada. ¿El gran reto? Regular las redes sociales y los blogs.
El acuerdo al que han llegado en Twitter, al menos, es muy parecido al que hay en prensa. Cada vez que una «celebrity» cobre por Twittear algo sobre un producto, se les pide que ponga la palabra «advertisement» (publicidad) o su diminutivo: «AD». Eso es lo que se les pide, otra cosa es que lo cumplan. La próxima vez que algun famoso hable bien de una marca, de un producto, de un aerolínea, pensemos dos veces antes de darle a RT («ReTweet»), ya que puede que haya cobrado 10.000 dólares por hacerlo, y nosotros nada.
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