Usar correctamente el cuchillo del pescado y la cucharilla del postre queda muy fino, pero ¿qué ocurre si no hay cubiertos, ni plato, ni mesa? El mundo está lleno de costumbres rarunas, así que "Allá donde fueres…" ni se te ocurra hacer esto:
1.- Dejar clavados los palillos en un tazón de arroz
Dónde: en China y Japón.
Por qué: da mucho yuyu; se considera un símbolo de muerte: solo se hace así en las ofrendas funerarias en templos y cementerios. También está feo pinchar las viandas con los palillos, revolver con ellos la comida para pillar tajada o cazar moscas, como en Karate Kid.
2.- Comer con la mano izquierda
Dónde: en la India, Pakistán y algunos países árabes.
Por qué: ¿a que no habéis visto rollos de papel higiénico en los váteres de la India (no me refiero a los de los hoteles para turistas)? ¿Y cucharas en los restaurantes? tampoco: se come con los dedos o con un trozo dechapati. La mano izquierda es la que tradicionalmente se ocupa de cuestiones de higiene personal (ese grifo a ras de suelo...). Por lo tanto, cada vez que se come o se saluda, se utiliza siempre la mano derecha, la mano pura. Si te perdiste el episodio de Barrio Sésamo sobre izquierda y derecha, ponte al día: también te servirá para sacarte el carné de conducir. ¿Y qué pasa con los zurdos? Ah, se siente…
3.- Tocar la cabeza o mostrar la planta del pie
Dónde: en Tailandia y otros países del sudeste de Asia.
Por qué: para los budistas la cabeza es la parte más sagrada del cuerpo, el contenedor del alma, al contrario de lo que ocurre con los pies: mostrar la planta desnuda o tocar o señalar con los dedos del pie se considera un acto grosero e irrespetuoso.
4. –Hacer chistes sobre la familia real
Dónde: en Tailandia (gracias a Dios, en España esas cosas no pasan;o)).
Por qué: cualquier comentario irrespetuoso sobre el rey Bhumibol Adulyadej, Rama IX el Grandioso, se considera delito de lesa majestad. Y puede dar con tus huesos en la cárcel. También puedes tener problemas por lamer un sello, pisar una moneda o arrugar un billete con su efigie. Por si acaso, no cantéis el Rama rama ding dong.
5.- Llamar Mohammed a tu osito de peluche
Dónde: en casi todos los países islámicos.
Por qué: ¡blasfemia! No, no os riais. En 2007, en Sudán, Gillian Gibbons, una maestra británica, fue condenada a recibir 40 latigazos por llamar Mohammed (Mahoma, en árabe) a la mascota de la clase, un osito de peluche. Al final fue indultada, pero tuvo que abandonar el país.
6.- Hacer cositas en la playa
Dónde: medio mundo. En países musulmanes como Dubái, si encima no estáis casados, os puede caer un buen puro, como les pasó a estos dos turistas británicos.
Por qué: os podéis llenar de arena.
7.- Mascar chicle
Dónde: en Singapur. Mascar chicle o tirar una colilla al suelo puede costarte 470 euros; escupir o no tirar de la cadena del vater, 240 euros; utilizar patines o patinetes por la calle, 240 euros, y traficar con goma de mascar, hasta dos años de cárcel. Los reincidentes se enfrentan a multas de más de 9.000 euros Solo están permitidos los chicles de nicotina, en farmacias y con receta.
Por qué: ¿nunca habéis pisado un chicle?
8.- Saludar en el umbral
Dónde: en Rusia.
Por qué: para muchos rusos, besarse, abrazarse, estrechar manos o intercambiar regalos en el umbral de la puerta significa que la relación, la amistad o el negocio acabarán mal.
9.- Ir de la mano o besarse en público
Dónde: en algunos países árabes y del África subsahariana, como Marruecos, Camerún o Arabia Saudí, es normal ver a dos hombres pasear de la mano, sin ninguna connotación homosexual. Es raro, en cambio, ver a un hombre y una mujer en la misma situación. Besarse o hacerse arrumacos en público puede ser peligroso en países como Irán.
Por qué: ¿?
10.-Añadir sal a la comida
Dónde: en Egipto.
Por qué: se considera una ofensa para el cocinero o la cocinera que han puesto todo su amor y sus especias en el plato.
Hay muchos más tabúes: brindar chocando las copas o los vasos en Hungría (¿porque se rompen?), vestir de color púrpura en Japón (es el símbolo del luto), hacer el signo de la V, mostrando el dorso de la mano, en el Reino Unido (lo mismo que levantar el dedo corazón), regalar un número par de rosas en Ucrania...
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