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Condenada por llevar una camiseta con la frase “Mi exmarido es gilipollas”


Por increíble que parezca es una noticia real. La protagonista de esta historia, Esperanza es una madrileña de 40 años, divorciada de su marido desde 2005 que nunca hubiese pensado que la camiseta que le regalaron con el con el lema "Mi exmarido es gilipollas" le constaría tan cara.

En el verano de 2009, a Esperanza le pareció una buena idea hacer uso de aquella camiseta con "un lema tan divertido" que le regalaron sus amigas y no dudó en ponérsela. Como en todas las vacaciones, en estas también hubo fotos, incluso dos fotos de ella posando con la polémica camiseta, que como es habitual desde la aparición de Facebook, las fotos terminaron subiéndose allí, al perfil de ella misma.

Hasta aquí todo puede parecer una historia más de unas vacaciones, pero todo dio un giro, cuando más de dos años después, aquella gracia de verano se había convertido en un quebradero de cabeza para Esperanza. Su exmarido, presentó una denuncia al considerar que la camiseta con la frase "Mi exmarido es gilipollas" le causaban un daño moral.

La rocambolesca historia judicial que tuvo que pasar la protagonista, se resume en un primer momento donde el juzgado admitió la denuncia y celebró un juicio de faltas, por un delito de injurias. Poco después, El Juzgado le imponía el pago de una indemnización de 2.000 euros a su exmarido y una multa de 240 euros ya que según el magistrado recalcaba en el fallo que "la palabra gilipollas es incuestionable que atenta contra la dignidad del perjudicado y menoscaba su fama" el juez incluso calificó el hecho de "muda violencia" y apuntó que hubiera merecido una pena mayor.

Esperanza no logró convencer al juez con los argumentos de que "a las fotos sólo podían acceder las personas que aparecían como amigos, no cualquiera que navegara por internet" o "que retiró las fotos tras saber que habían molestado a su exmarido".

Finalmente la sentencia en firme quedó en una multa de 240 euros que ha sido sustituida por "ocho días de localización permanente" y la indemnización, reducida a la mitad, al considerar la juez que "la suma de 2.000 euros es excesiva puesto que se trata de un solo insulto utilizado vulgarmente".

Sin duda un toque de atención para todos aquellos que tenemos camisetas con este tipo de lemas graciosos.

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