Lo último que él va a querer escuchar después de la intimidad es que
le hables sobre lo grandioso que pasaste en esas vacaciones familiares.
Ve directo al grano y háblale de lo que a ellos más les gusta: de sexo.
Puedes comentarle las cosas que más te gustó que él te hiciera en la
cama y viceversa para que lo intenten en una próxima ocasión por más
tiempo. Seguro se quedará pensando y querrá hacértelo de una vez.
Aunque tu chico ya se sienta exhausto, seguramente tú sigues excitada
y harás que él sienta lo mismo. Así que en el momento después de hacer
el amor haz que te abrace, pero que tú estés totalmente desnuda. Busca
su boca, los besos sensuales después del sexo ayudan a tonificar el
ánimo, que se deprime un poco después del clímax. Coge sus manos y
ponlas en lugares donde sabes que te vas a excitar.
Haz lo mismo tú con él, ten seguridad que no se va a resistir a un poco de toques pasionales entre los dos.
Si la primera ronda fue excitante, la segunda lo será aún más. A
pesar de que gastaron muchas energías haciéndolo antes ¿porqué no
hacerlo de nuevo? Si ya están desnudos los dos, se pueden ahorrar la
parte de quitar la ropa.
Una segunda vez puede ser realmente interesante y hasta de pronto intentar una nueva posición que no hicieron la primera vez.
Si en realidad los dos ya se sienten muy cansados y lo único que
quieren es dormir, entonces ¿que mejor forma que unas caricias sutiles
para culminar? Además de ser estimulante, te ayudarán a relajarte.
Puedes hacer que tu chico te consienta en los puntos donde eres más
sensible y viceversa, que además de ser excitantes también son muy
relajantes. ¿Qué mejor formar de tener dulces sueños?
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