Joshua Holley, de 28 años, estaba surfeando en su lugar favorito de la costa de Oahu, Hawaii, cuando sintió un empujón en el lado izquierdo de su cuerpo.
"Miré a mi izquierda y vi una aleta muy grande", dijo Holley.
"Tuve la sensación de una explosión en el pie, no sentía dolor, supongo que por tanta adrenalina", contó.
Cuando el tiburón emergió y se acercó del otro lado, Holley sabía lo que tenía que hacer. "Cuando apareció por el lado derecho, le pegué dos trompadas en la cara, así que se sumergió y se fue nadando".
Otro surfista y un hombre con un body board llegaron al rescate de Holley después del ataque, y lo ayudaron a llegar a la playa, narró.
"Estoy feliz de estar vivo", dijo. "No voy a mentir, fue bastante aterrador ser atacado por un tiburón. Pero mi instito me dijo 'No voy a morir hoy'".
Holley tiene dos tendones seccionados, que requieren 42 puntos de sutura, pero el tiburón no mordió las arterias principales, señaló Holley.
"Se parece a un corte de cuchillo en ambos lados de mi pie", dijo.
A pesar de su encuentro con el tiburón -al cual describió como unos de unos 10 pies de largo y probablemente un tiburón tigre- Holley dijo que esto no lo alejará del océano. "Definitivamente volveré al agua", dijo.
Los ataques de tiburones a humanos son a menudo el trabajo de los tiburones tigre, uno de los tres tipos más peligrosos de tiburones, debido al hecho de que comen casi cualquier cosa. Pero los ataques de tiburón son muy raros. La probabilidad de ser mordido por uno es menos de uno en un millón.
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