Qué es el sexting
El sexting es una práctica consistente en enviar contenido (fotografías o vídeos generalmente) de contenido sexual o pornográfico, casi siempre creados por el que lo envía, a otra persona, con la finalidad provocarla sexualmente.
Es verdad que esta práctica se inició con la llegada de las nuevas tecnologías y fundamentalmente su uso se ha restringido a las parejas, es decir, un miembro de una pareja se lo envía a la otra. Sin embargo y para desgracia nuestra, se ha comenzado a utilizar con otros fines:
- Para acosar sexualmente.
- Para intimidar a alguien.
- Para chantajear a alguien del que se han obtenido imágenes o vídeos comprometidos.
- Para exhibirse o lucirse.
- Para exhibición pública por presión de los amigos o de la pareja, etc.
Principales consejos ante el sexting
Estos consejos son tan válidos para los implicados en el sexting, como para las personas que les pueden rodear, entre ellos los padres y educadores:
- Cuando sacamos una fotografía o vídeo y la enviamos por el móvil, por internet o por medio de otros dispositivos, perdemos totalmente el control sobre ese material, con lo que tenemos que estar muy seguros de a quién se lo enviamos, ya que pueden reenviarlo, distribuirlo en otros medios e incluso retocarlo o modificarlo con programas para utilizarlo en nuestra contra.
- Cuando por un casual seamos nosotros los receptores de ese material, no hay que contribuir a su difusión. No lo transmitamos y si lo recibimos de alguien que no es el protagonista, sería conveniente contactar con el protagonista para informarle.
- El sexting no conviene provocarlo, es decir, no pidamos a nadie que nos envíe este tipo de material por medio de las nuevas tecnologías, ya que podemos contribuir a que de forma involuntaria se difunda y se acabe perjudicando a esa persona.
- Hay que recordar, y conviene que se lo enseñemos a nuestros hijos, que la imagen es un dato personal, que hay que tener cuidado con quien se comparte, y que la imagen es algo protegido por las leyes.
- Si los implicados en el sexting son menores de edad, puede llegar a considerarse un asunto de pornografía infantil, con las consecuencias legales que ello puede tener para sus participantes.
- Si es algo público, no lo fomentemos con comentarios, risas, opiniones, es mejor mantenernos al margen y denunciarlo si tenemos datos para hacerlo.
- Por último, debemos recordar a nuestros jóvenes y niños, que internet, las redes sociales y las nuevas tecnologías, no están al margen de la ley. Debemos educar a nuestros hijos en el uso de las nuevas tecnologías. Son una cuestión en la que cada día, tanto justicia como cuerpos de seguridad, están más formados. Además conviene recordarles las implicaciones que puede tener para la víctima, el utilizar el sexting como una forma de bullying o acoso.
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